Inseguridad sobre el atractivo sexual
Estamos ante un complejo de imagen que se agrava en las relaciones sexuales por el hecho de estar desnudos. Será necesario examinar creencias estereotipadas sobre la belleza o el atractivo que resultan tan rígidas que no permiten que la persona se incluya en su propio estándar.
Demasiadas expectativas
El porno, los mitos y otras relaciones pueden predisponernos a tener unas expectativas poco realistas de los encuentros sexuales. Cuando las expectativas son muy altas y no se corresponden con lo esperado aparece la desilusión, el desencanto y el chasco. Una vez superada la frustración, queda un gran margen para reencontrarse con el sexo realista. No es como en el porno ni todos los amantes son igual de buenos, pero permitirse recorrer ese camino siempre será saludable.
Objeción o rechazo a determinadas prácticas
Es habitual sentir predilección por diferentes posturas, juegos sexuales o cualquier otra forma de practicar el sexo, pero también lo es sentir miedo ante lo desconocido y mostrar rechazo a realizar prácticas con las que no nos sentimos a gusto.