HABLEMOS DE SEXO ANAL. ¡SÍ, HEMOS DICHO ANAL!
Suponemos que si te has topado con este artículo, es probable que el tema de los culos se te haya pasado por la cabeza alguna que otra vez. Puede que estés preparado al 100% para probarlo o puede que simplemente sientas curiosidad, en cualquier caso, ¡has venido al lugar adecuado! Aunque el juego anal pueda parecer intimidante, todo lo que necesitas es un poco de preparación (y mucho lubricante) para adentrarte con seguridad en el placentero mundo del sexo anal.
COMUNICAR
Cuando se trata de sexo y relaciones, la comunicación siempre va a estar en lo más alto de nuestra lista, más aún cuando se trata de probar algo nuevo en el dormitorio. Asegurarse de que ambos miembros de la pareja están de acuerdo es fundamental, así que no tengas miedo de compartir tus deseos, así como tus preocupaciones, antes, durante y después de cualquier nueva experiencia sexual.
PRÁCTICA
Si te estás preparando para probar el sexo anal por primera vez, existe una forma de prepararte y experimentar sin tu pareja: ¡utiliza un kit de entrenamiento anal! Se trata de un conjunto de tres o cuatro tapones anales de silicona de distintos tamaños, pensados para aumentar tu tolerancia y acostumbrarte poco a poco a tamaños más grandes. Una nota importante: al igual que con el sexo anal en pareja (ver más abajo), el uso de lubricante es IMPRESCINDIBLE con cualquier tipo de plug o vibrador anal.
LUBRIQUE
No nos cansaremos de repetirlo: ¡lubricación, lubricación y más lubricación! Además de tener una conversación abierta con tu pareja, la lubricación adecuada es LO MÁS importante para que el juego por la puerta de atrás sea un éxito. A diferencia de la vagina, el ano no se lubrica, así que antes de introducir nada (incluidos los penes), aplica una generosa (léase MUCHA) cantidad de lubricante. Para una entrada ultrasuave, prueba un lubricante de silicona muy concentrado y de larga duración.
RELÁJESE
¿Tan importante como la comunicación y la lubricación? La relajación. Empieza la noche con unos preliminares (¡y quizá un poco de vino!) para crear ambiente y relajar los músculos. Lo último que quieres es ponerte tenso, así que tómatelo con la calma que quieras: deja que tu pareja empiece introduciendo un dedo o dos para tantear el terreno y, si estás preparado, sigue a partir de ahí. Para mayor comodidad, puedes aliviar tu mente -y tu trasero- con un gel anal calmante.
PROTEJA
Aunque te sientas muy cómodo y comprometido con tu pareja, siempre es una buena idea utilizar un preservativo durante el sexo anal para evitar la propagación de bacterias o ITS. Además, puede ser una buena idea limpiarse antes con una ducha o, si lo prefieres, con una ducha anal. Por último, si planeas tener sexo vaginal en algún momento de tu sesión de sexo anal (¿o deberíamos decir anal?), nunca pases de la penetración anal a la vaginal, ya que esto puede provocar una infección.